menos discursos Y más acción por la educación inclusiva

asientos en clase universitaria

ORLANDO-Jennifer Sandoval es directa, firme en sus convicciones y de mente inquieta. En su rol de profesora asociada de comunicación y directora asistente de cultura inclusiva, ha aprendido que para lograr cambios y cambiar cultura no se pueden diluir las palabras.

Sandoval tiene un doctorado, es de padres mexicanos, pero nació y se crió en California. Se mudó a la Florida para comenzar a trabajar en la Universidad Central de la Florida, UCF por sus siglas en inglés. Aunque reconoce que se han logrado avances por la equidad en las universidades estadounidenses, afirma que el trabajo apenas comienza. Es de urgencia examinar los procesos que abordan la desigualdad y la meritocracia para abrir de par en par las puertas a una verdadera diversidad cultural, insistió la docente.

En sus palabras:

“Mi meta principal es hacer que los espacios de enseñanza sean más humanos y equitativos”, dijo Sandoval a Jevas Combativas. “Soy una persona que estoy constantemente en un estado de crisis existencial, tratando de entender si realmente estoy ayudando a cambiar el sistema desde sus cimientos, o si solamente soy una cómplice en perpetuar todas las maneras que estas estructuras continúan siendo opresivas para muchas personas”. – Jennifer Sandoval

Ella es una catedrática que dedica tiempo a conectar con sus estudiantes fuera de los planes institucionales de desarrollo y tiene una política de puertas abiertas. Sandoval le contó a Jevas Combativas que mientras más ha ido construyendo estas relaciones, más se ha dado cuenta de que el estudiantado de UCF es cada vez más diverso, pero esto no se refleja en la diversidad de la facultad.

“La facultad, categóricamente, no representa la población estudiantil o las comunidades que nos rodean, y ese va a ser el caso por mucho tiempo, es lo que me temo”, agregó Sandoval.

Contra todos los pronósticos, siguió trabajando para facilitar y atraer más diversidad a UCF. Ella se describe como una profesora que aboga por los estudiantes que buscan apoyo y un lugar donde puedan ser honestos, hacer preguntas difíciles e importantes. Confiesa estar dispuesta a conversar con ellos sobre las limitaciones de lo que significa tener una educación de alto nivel.

“Ver la diferencia que tantos estudiantes están logrando hace que quiera quedarme enseñando en el salón de clases y seguir mi carrera en una universidad. Aún en los días difíciles, siento que mi vocación es estar aquí por el trabajo increíble que mis estudiantes están haciendo”.

Nelly Ontiveros, es una estudiante de periodismo venezolana que también quisiera ver una facultad más diversa. Ontiveros ha experimentado muchos retos por ser latinx.

En sus palabras:

“Creo que el mayor obstáculo ha sido el lenguaje, a pesar de que me gradué en la escuela superior aquí y ahora soy parte del programa de periodismo”, dijo Ontiveros. “Me sentía insegura de tener una segunda lengua. “Durante mi travesía, me escondía de las cámaras y no quería que me grabaran porque me sentía incómoda por mi acento”.

Para Ontiveros, su obstáculo más grande como estudiante latinx, es superar el miedo de ser criticada o juzgada por otros, especialmente por su acento, pero más que nada, por las voces negativas en su cabeza que la agobian constantemente.

Es importante iniciar una conversación sobre interseccionalidad y fomentar el pensamiento crítico, cuestionar con rigor los problemas sistémicos que los estudiantes enfrentan durante su transcurso por la vida universitaria, dijo Ontiveros.

“Hay muchas cosas que he superado como latinx, pero después, otros asuntos con los que tengo que lidiar como mujer con frecuencia salen a la superficie”, dijo Ontiveros. “Por ejemplo, yo sé que si un colega mío, en este caso un hombre blanco, va y cubre una historia en un lugar específico, es posible que yo como mujer latinx, no reciba el mismo trato”.

Ontiveros piensa que es importante tener más conversaciones en la industria del periodismo sobre cómo las mujeres latinx, especialmente las afro-latinx, manejan sentimientos de incomodidad al cubrir ciertas historias.

Para la estudiante cubano-americana, Melissa Pérez Castillo, su mayor obstáculo es lograr cierto acceso a programas que no son la norma para ciertos estudiantes. Castillo, es estudiante de periodismo con un grado menor en estudios interdisciplinarios.

En sus palabras:

“Los requisitos para solicitar a estos programas de acceso limitado, son una barrera para muchos estudiantes, por lo menos para mí”, dijo Pérez Castillo. “Existen muchas barreras que hacen difícil el proceso de admisión a ciertos programas”.- Melissa Pérez Castillo

Sandoval agregó que el factor de que UCF sea una institución que ha sido designada como una al servicio de los hispanos, es importante que se fomente una enseñanza que cruce fronteras y que no solamente se enfoque en Orlando.

“Tenemos estudiantes de Venezuela, Colombia y Puerto Rico y de diferentes lugares que sabemos están en cierta proximidad con nosotros. Puedo ir más rápido a Venezuela de lo que puedo ir a California”, dijo Sandoval. “Tenemos que estar dispuestos a enseñar desde una perspectiva global”.

DATO:

Los hispanos y latinx componen el 27.5% con un total de 19,818 estudiantes matriculados y son el segundo grupo étnico de mayor crecimiento en UCF, según datos recientes de la universidad.

María Briceño

María Briceño es una periodista venezolana radicada en Orlando, Florida.

Anterior
Anterior

Latinas marchan por el acceso al aborto en Orlando

Siguiente
Siguiente

Una mentora al servicio de los periodistas emergentes